Siete súplicas a San José

Oración para impetrar gracias

  1. Amabilísimo San José, por el honor que te concedió el Eterno Padre elevándote a hacer sus veces aquí en la tierra para con su Santísimo Hijo Jesús, como Padre putativo, alcánzame de Dios la gracia que te pido. Gloria al Padre. San José, Padre putativo de Jesús, ruega por mí.
  2. Amabilíssimo San José, por el amor que te tuvo Jesús reconociéndote come padre en la tierra y obedeciéndote como Hijo respetuoso, alcánzame de Dios la gracia que te pido. Gloria al Padre. San José, Padre putativo de Jesús, ruega por mí.
  3. Purísimo San José, por la gracia especialísima que recibiste del Espíritu Santo cuando te dio por esposa a la Virgen María, nuestra queridísima Madre, alcánzame de Dios la gracia que tanto deseo. Gloria al Padre. San José, Padre putativo de Jesús, ruega por mí.
  4. Tiernísimo San José, por el purísimo amor  que profesaste a Jesús como Hijo tuyo siendo tu Dios, y a María como a tu amada esposa, ruega al ios Altísimo que me conceda la gracia que te suplico. Gloria al Padre. San José, Padre Putativo de Jesús, ruega por mí.
  5. Dulcísimo San José, por el grandísimo gozo que sentía tu corazón cuando conversabas con Jesús y con María y cuando les prestabas tus servicios, haz que le misericordiosísimo Dios me conceda la gracia que tanto deseo. Gloria al Padre. San José, Padre putativo de Jesús, ruega por mí.
  6. Felicísimo San José, por la hermosa suerte que tuviste al morir en brazos de Jesús y de María, siendo consolado en tu agonía por su presencia, alcánzame de Dios, por tu poderosa intercesión, la gracia que tanto necesito. Gloria al Padre. San José, Padre putativo de Jesús, ruega por mí.
  7. Gloriosísimo San José, por la veneración que por ti tiene toda la Corte celestial cual Padre Putativo de Jesús y Esposo de María, escúcha las súplicas que con viva fe te presento, y alcánzame la gracia que tanto deseo. Gloria al Padre. Ruega por nosotros, oh bendito José. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN:

San José, contigo, a través de Ti,
bendecimos al Señor.
Él te eligió entre todos los hombres
para ser el casto Esposo de María,
el que está en el umbral del misterio
de su Maternidad divina,
y que, después de Ella,
acoge esta Maternidad en la fe,
como obra del Espíritu Santo.
Tú le diste a Jesús una paternidad legal
en la estirpe de David.
Tú vigilaste constantemente
a la Madre y al Niño
con cariñosa atención
para permitirles llevar a cabo su misión.
El Salvador Jesús se dignó someterse
a Ti como a un padre
durante su infancia y adolescencia,
y recibir de Ti las enseñanzas para la vida humana,
mientras compartías su vida
adorando su misterio.
Sigue protegiendo a  la Iglesia,
la familia fruto de la salvación obrada por Jesús.
Mira las necesidades espirituales y materiales
de cuantos recurren a tu intercesión:
a través de ti están seguros de llegar a la mirada
materna de María
y a la mano de Jesús que los socorrerá.
Amén.

                             San Juan Pablo II

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