¿Crees que tu hijo tiene la autoestima baja?

¿Crees que tu hijo tiene la autoestima baja?

Medir la autoestima con el Test de Rosenberg

No es extraño que los menores, especialmente durante la adolescencia, atraviesen episodios complicados y puedan tender a aislarse o a presentar un estado de decaimiento. Generalmente se trata de acontecimientos breves que, tras la resolución del problema que los causa, desaparecen sin mayor tipo de complicaciones. Cuando, sin embargo, se produce un desplome de los niveles de ánimo que se prolonga en el tiempo sin un motivo aparente, puede haber llegado el momento de acudir a un especialista para que valore el estado psicológico del niño. Una de las herramientas utilizadas es el Test di Rosenberg, un sencillo y breve cuestionario que ayuda a determinar el concepto que tenemos de nosotros mismos tanto a nivel individual como social. ¿Pero qué mide exactamente y cómo funciona? ¿Podemos ponerlo nosotros mismos en práctica desde cualquier lugar? 

 

I. ¿Qué es la autoestima?

Aunque la RAE la define como una “valoración generalmente positiva de sí mismo, el término autoestima sigue generando ambigüedad y discusión en el campo de la psicología. Algunos expertos la describen como un constructo que representa el valor que los individuos se atribuyen o que creen que los demás les atribuyen, mientras que otros se centran únicamente en un contexto particular determinado por las cualidades que uno se otorga.

Para Rosenberg, el concepto tiene que ver con el sentimiento hacia uno mismo, que puede ser positivo o negativo y se construye por medio de una evaluación de las propias características. En base a su consideración, desarrolló un método con 10 preguntas que, aunque en un principio fue concebido para adolescentes, ha venido siendo utilizado posteriormente para determinar el nivel de autoestima de personas de otras edades.

 

II. Cóme funciona el Test de Rosenberg, paso a paso

El  funcionamiento del Test de Rosenberg es, como mencionábamos al principio, fácil y rápido. La mitad de las cuestiones se plantea en sentido positivo, es decir, enfocándose en las cualidades, y la otra adopta, en cambio, una perspectiva negativa centrada en los defectos. Cada una de las consultas dispone de cuatro posibles respuestas, A, B, C y D, y el valor de cinco de ellas oscila, respetando el orden alfabético, entre 4 puntos y 1. El de la mitad restante, con un planteamiento opuesto, va desde 1 punto hasta 4.

Una vez conocida la dinámica general, pasemos a desgranar los detalles, de manera que podáis utilizar esta valiosa herramienta para obtener un diagnóstico previo de algún tipo de problema de autoestima sufrido por vuestros hijos. Los 3 pasos principales para ponerlo en práctica son los siguientes:

 

1.- Rellenar el cuestionario

Tras descargar la plantilla, disponible en la web del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, hay que contestar a las preguntas eligiendo una de estas 4 alternativas:

A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.

Le questioni che compongono la prova intercalano, come vedremo più avanti, prospettive positive e negative e sono organizzate così:

1.- Siento que soy una persona digna de aprecio, al menos en igual medida que los demás. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.
2.- Me inclino a pensar que, en conjunto, soy un fracasado. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.
3.- Creo que tengo varias cualidades buenas. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.
4.- Puedo hacer las cosas tan bien como la mayoría de la gente. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.
5.-Creo que no tengo muchos motivos para sentirme orgulloso de mí. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.
6.- Tengo una actitud positiva hacia mí mismo. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.
7.- En general, estoy satisfecho conmigo mismo. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.
8.- Desearía valorarme más a mí mismo. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.
9.-A veces me siento verdaderamente inútil. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.
10.- A veces pienso que no sirvo para nada. A: Muy de acuerdo.
B: De acuerdo.
C: En desacuerdo.
D: Muy en desacuerdo.

 

2.- Sumar las valoraciones de las respuestas

En cuanto a las puntuaciones obtenidas en cada pregunta, variarán en función de si están enfocadas en cualidades o en defectos. En concreto, se asignan 4 unidades a la opción A, 3 a la B, 2 a la C y 1 a la D en las preguntas 1, 3, 4, 6 y 7. Por el contrario, en las cuestiones 2, 5, 8, 9 y 10, la opción A tendrá un valor de 1 punto, la B de 2, la C de 3 y la D de 4.

 

3.- Determinar el nivel de autoestima con la escala

El paso final es, por supuesto, comparar la cantidad de puntos alcanzada con la escala de autoestima, que contempla tres posibilidades:

  • De 30 a 40 puntos: Autoestima elevada, considerada como normal.
  • De 26 a 29 puntos: Autoestima media que no debería implicar serias preocupaciones, si bien convendría mejorarla.
  • Menos de 25 puntos: Autoestima baja, que puede indicar la existencia de problemas significativos.

 

III. Si crees que tu hijo tiene un problema, acude al psicólogo

Aunque, como hemos indicado, el Test de Rosenberg puede ser una útil herramienta orientativa para las familias, en ningún caso ha de concebirse como un procedimiento sustitutivo de la atención de un profesional cualificado. Solo él podrá emitir un diagnóstico que, apoyado en sus conocimientos, su experiencia y en la realización de otras averiguaciones y pruebas, esté basado en conclusiones sólidas y fiables.

Fuente: www.elmundo.es